viernes, 4 de octubre de 2013

Visita (Carlos María Gutiérrez)

Esta mujer de cierta edad me mira
elige las palabras me alcanza un chocolate
el sargento ha traído la silla de la guardia
y ella se sienta al sol
habla cinco minutos
calcetines de lana las naranjas son dulces Coca te hizo un pastel
pero queda una hora todavía

el fusil M-2 la pone triste
no sabe que esa caja verde sobre la mesa
se llama walkie-talkie y nos escucha
es gente de otra época de familia sin presos
me susurra furtiva pese a todo
y el soldado se acerca a espiar su mensaje
por qué está mal planchada la camisa

esta mujer se calla
hay tan poco a decirse entre dos viejos

siempre hablaba con niños había pizarrones
cada mañana alguno le llevaba una rosa
en su escuela rural el sol no tenía horario
no había centinelas de M-2 rastrillado
si el llanto la tentaba
siempre le era posible explicar los diptongos de espaldas a la pena
y la tiza suplía las respuestas inútiles las pausas

esta mujer se esconde tras los lentes oscuros
piensa algo remordida en el rato que falta
para el último ómnibus hacia Montevideo
no han puesto pizarrones
y hasta el sol es un préstamo de las Fuerzas Armadas

esta mujer me mira buscando un niño antiguo
y solo encuentra un hombre sucio y un poco enfermo
que se escapó del tiempo y que también se calla

esta mujer otea su reloj pasó el plazo
han retirado el sol y se llevan la silla
¿quién era ese extranjero con la barba crecida
que se aleja renqueando entre dos centinelas?
esta mujer mi madre de pie lentes oscuros
con su cadáver niño podrido entre los brazos

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